domingo, 23 de noviembre de 2014

Fuegos

Alguno dijo que tenían que hablar. Antes de que conversaran, él insistió en preparar la cena. Ella asintió.
El quemó: la sartén, las arvejas; el mango de la sartén, la cuchara de madera, la paciencia de ella, la posibilidad de una charla tranquila, su propia lengua, y el filtro del extractor. 
Ella quemó, después, un cigarrillo hasta la colilla, la suela de su zapato, el bordecito de una cortina, el recuerdo de su primera salida, la última ramita que le quedaba medio prendida de algún amor. 

Tamara

No hay comentarios:

Publicar un comentario